domingo, 2 de diciembre de 2007

Por qué nunca jugar yo nunca

Las reus de patas aveces pueden ser un peligro. Esto no lo digo por las circunstancias, pues no importa si es en un bar o en la banca de un parque, chupando wisky o punto G, escuchando pachanga o el metal más pesado, cuando es con los patas siempre se la pasa bien. El peligro está cuando la conversación se trunca, los temas se repiten y empiezan a surgir los silencios incómodos. Alli surge siempre una voz que sugiere jugar un jueguito para amenizar. Quispe!, no hay dados, Vikingo! nadie lo sabe, Honguito! no hay cartas. Que juego lo saben todos y es facil de explicar: Yo nunca.

El juego es muy simple. Uno de los participantes dice una frase como "Yo nunca he tajado un lapicero", y obiamente, todos los que han cometido ese criminal acto tendran que consumir el licor que halla -en algunos casos- en proporción al la cantidad de veces que lo han hecho. A medida que avanza el juego la gente empieza a soltarse. La pregunta inicial, tan tímida e inocente, poco a poco va subiendo de nivel. Las preguntas suben de tono y se vuelven personales: son las clásicas preguntas teledirigidas para descubrir los mas secretos íntimos o hacer recordar situaciones ilarantes. Quienes hallan jugado el juego saben que la cosa no termina allí; salen a la luz preguntas acerca de la virginidad de las personas, infidelidades ocultas, secretos morbosos y poses sexuales practicadas. Terminas sabiendo las cosas que no querias saber de tus amigos.

Un amigo me contó que jugando yo nunca descubrió que su enamorada había practicado sexo oral con su ex; no se atrevió a besarla por un buen tiempo. Otro descubrió que su actual enamorada había agarrado con todos sus amigos antes de estar con el. Muchos descubrieron las pendejadas de sus hermanos y otros el pasado turbio de muchas amigas que creían santas. He presenciado además que este juego muchas veces termina en serios distanciamientos entre las personas, cambios en las formas de tratarlos, acaloradas polémicas y -en contados casos- violencia física por la magnitud de las jodas teledirigidas. Un pata se cansó que le molestaran con la infidelidad de su enamorada que no tuvo más que botar el trago a todos los participantes; eso no es ético.

No quiero extenderme más, con esto supongo que su experiencia me dará la razon. Se sabe que alcohol + secretos es una mala combinacion, por eso, me muestro siempre reacio a jugar esto. Prefiero pasarme un buen rato explicando otros jueguitos que a sacar al aire todos mis trapitos. Por eso ¿Por qué no mejor jugamos Quispe?.

Un par de videitos para que vean de lo que hablo.



Con la pendejada nada se logra. Recuerdenlo.

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