martes, 1 de enero de 2008

Frases Femeninas de la Urbanidad

Después de tanto rondar en mi cabeza, y tantas polémicas discusiones internas, la resaca de todo lo vivido -como lo escribio Vallejo- me ha llevado a una conclusión relativa al sexo femenino, la cual parece ser definitiva: ciertas frases deberían estar permanentemente vetadas de su vocabulario urbano. Les explico: llegué a esto atravez de comprobaciones empíricas, las cuales -en todos los casos constatados- es notorio que causan un efecto devastador, de proporciones de tragedia griega en los interlocutores. Les juro -señores lectores- que estas frases las he escuchado -lo admito-, y cada noche, con fervorosa devocion, le rezo a todos los santos de los micros por favor no volver a esucharlas jamás. Aqui van.
La primera frase es una típica de hombre enamorado. La situación es la siguiente: te gusta la chica del cole, universidad, o chamba; hay una cierta química que los une y los lleva a ser de esa típica pareja de amigos que se mensajean y llaman a toda hora. Entre los dos se cuentan los chismes de otros y los ultra-minimos sucesos de sus vidas diarias, son confidentes hasta en lo más íntimo, andan juntos todo el dia y todo el mundo se pregunta si es que no seran pareja en realidad . Pero es en ese cuadro tan característico de las pelas romanticas reside la raíz del problema: eres demasiado buen tipo para poder ser algo más. Por ello, escuchar esta frase significa haber practicado mil veces frente al espejo, llenarse de valor hasta el tope, lanzar toda esa carga amorosa como quien quema el último cartucho y, en vez de terminar la historia con "pasa en la vida, pasa en TNT", desgraciadamente todo termina de manera amarga y cruel con esa sentencia que nos destruye el sueño con una sobredosis de realidad: "Te quiero solo como amigo". De allí ya nada es lo mismo, todo cambia de manera abrupta y repentina. Por -almenos- un tiempo las típicas llamadas y mensajes dejan de darse, la relación se enfría y comienzan las murmuraciones a cada esquina. Ahora te habla poco, te evita y -para desgracia de algunos casos- sale por otro lado algún papanatas que pretende primero y poco después ocupa tu lugar. Sin embargo, y para desgracia tuya, este nuevo papanatas concreta lo que tu no pudiste hacer: estar con ella. Desilucion, decepción y todas las "-on" -hasta web-on- se hacen presentes. Llega el punto de las llamadas en estados etílicos, mensajes poco presentables, y en horas poco adecuadas en las que se repite el manifiesto de amor, ahora ya sin la formalidad y encanto inicial. Llegas a desesperarla, de alli ella no te habla más, rompe palitos con tigo, te dicen todos que te alejes y no la llames nunca jamás. Todo se pierde por completo y se destruye; lo que podía ser una historia de amor feliz y de ensueño, termina volviendose una patética pesadilla. Y todo por qué? todo por esa maldita frasesita tan violenta y mezquina que sella una amistad totalmente inviable.

Digamos que la pudiste hacer, todo llega a salir como en la película de TNT. El chico quiere a la chica, la chica se hace la dificil, pero al fin y al cabo atraca y acepta la proposicion de iniciar una relacion -masomenos- seria; la típica. Y asi es como los problemas empiezan en la vida. Las relaciones amorosas siempre son un factor más en lo que pensar, que sumado a el ajetreo diario, a muchos les ocasiona explosiones en la cabeza. Sobre todo cuando el momento de la relacion no es el mas feliz que digamos. En esos casos, las mujeres siempre tienen una forma de hacer notar el punto en el que esta la relacion, nos estemos dando cuenta o no, y siempre precedida de una frase que suena a hecatombe: "Tenemos que hablar". He temblado con esa frase varias veces; La ambiguedad que encierra te hace pensar siempre en lo peor. Uno escucha esto y automaticamente recorre todos los almacenes de su memoria en busca de algún lapsus, un involuntario error o -en casos humanos comprensibles- la posibilidad de que la fémina se haya enterado de la pendejada del último fin de semana (Que sería lo peor!). En esos momentos, a uno no le queda más que cruzar los dedos y esperar lo mejor, o sino comerse la reprimenda y que el escarnio dure el menor tiempo posible. De todas maneras, aun así sea algo positivo el proposito de la frase (como una sorpresita), esta siempre llevará la carga tan ambigua y poco comprensible sobre lo que quieren decir con ello. Amen.

Esa era la segunda frase de terror. Sin embargo, esta última es la que puede -literalmente- matar de un susto al oyente (sobre todo si se la combina con la anterior). Siendo directos, uno de los más grandes temores los hombres de estos tiempos, la cual siempre obliga a tocar madera cuando se menciona, es la paternidad prematura. "Dejarla en bola = te cagaste" dice el dicho popular, por ello escuchar la frase "No me viene" por parte de la chica, enamorada, novia o -simplemente- ella, es como abrir el mundo a la posibilidad de vivir un pequeño infiernillo. Vallamos por partes: primero sientes como si te arrojaran el témpano mas frio del tibet en el cerebro, no puedes hacer nada, estar paralizado del susto; lo siguiente es recordar: no te protegiste? estaba a la mitad de su periodo? no te diste cuenta? la cagaste; después viene lo peor, te pones a pensar en el futuro y todas las posibilidades: escandalizar a tu madre y ser el tema de su té de tías, matar al abuelo de un infarto al saber que tendrá que agregar un bis- a su sobrenombre, ser el asmereir de tus conocidos, te ves comprando los pañales más baratos que tu sueldo de posible mesero podrá pagar, buscandole una guardería al nene, la cara de la suegra, paralizando tus estudios y -la mas importante- como supiste que "con la pendejada no lograste nada" ahora te toca sufrir y pagar dejando de frecuentar tirriodromos de siempre; por último piensas en huir, correr por toda la panamericana hasta chile y alli comenzar denuevo, un aborto clandestino o hacerte el loco y decir que no es tuyo. Toda esta situacion te deja al borde de un colapso nervioso, sientes que no hay botellita de azar suficiente para calmarte, no puedes ni comer y tu aspecto luce peor que el del monstruo de Armendariz. Lo único que te salvan son esas dos palabras divinas, que suenan cual coro celestial en los labios de las feminas: "Me vino". Ahhhhhhh...paz. La vida alli recien vuelve a sonreir, las flores florecen en primavera, el rio fluye suavemente en un día soleado, todos cantan el himno de la alegría y puedes denuevo correr por los campos verdes descalzo bebiendo champaña; Listo para hacer pendejadas denuevo.

Y esto fue. Con la convicción de que no quedan dudas al respecto -y que estaran firmemente de acuerdo en mi proposito- exhorto a toda la masa femenina a -por favor- no denigrar más la pobre integridad mental y moral de la masculineidad y descartar estas frases de su repertorio. A nosotros nos duelen, nos alteran, nos paralizan y nos conmocionan sus palabras, sobretodo cuando las esgrimen sin pudor y reservas frente a nosotros. Yo le digo no al maltrato femenino, no más hecatombres internas y desangros amorosos. Para terminar, ojalá les haya servido a ustedes feminas para conocer nuestros temores y angustias, y asi puedan -parafraseando a Cerati- tratarnos suavemente. Por favor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo puedo decir que ante las dos primeras frases soy un vencido contumaz.

En cuanto a la tercera, conozco la tardía bajada de reyes o el aborto Televisa.